Oncoquimioprofilaxis Intraperitoneal para el tratamiento del Cáncer Gástrico
El cáncer gástrico es uno de los cánceres más comúnmente diagnosticados en la actualidad y, al mismo tiempo, uno de los más agresivos ya que supone la segunda causa de muerte por cáncer más frecuente en el mundo. La base de su tratamiento, cuando no existe enfermedad a distancia, es la cirugía, que debe consistir en una gastrectomía total con linfadenectomía D2 modificada como gesto mínimo en la mayoría de los casos. En la mayoría de los casos nos vamos a encontrar con tumores que alcanzan la serosa (T4a) y, desgraciadamente, más del 50% de los pacientes van a presentar recidiva en la cavidad peritoneal para la cuál no existe tratamiento efectivo, quedando los pacientes abocados a la paliación.
El papel de la quimioterapia sistémica en el cáncer gástrico es limitado normalmente por la toxicidad y la mala tolerancia, y sus beneficios de supervivencia (SV) son escasos. En un intento de optimizar el papel de la QT y disminuir su toxicidad, en los últimos años están apareciendo las primeras series, con resultados muy alentadores, de aplicación de quimioterapia intraperitoneal intensificada con hipertermia (HIPEC) en pacientes con cánceres gástricos localmente avanzados (T3 ó T4a) en los que no existe enfermedad peritoneal visible macroscópicamente ni citología positiva para el líquido peritoneal cuando se realiza un lavado peritoneal diagnóstico. Este concepto podemos definirlo como oncoquimioprofilaxis intraperitoneal (OQP-IP).
En el año 2012, Sun unificó en la revista British Medical Cancer los resultados de los estudios randomizados publicados hasta la fecha de pacientes con cáncer gástrico tratados con HIPEC y demostró una mejor supervivencia y unas menores tasas de recidiva locorregional cuando se aplicó la OQP-IP. Posteriormente Kang, el año pasado, presentó una serie de 172 pacientes operados con cáncer gástrico e invasión serosa en los que el subgrupo que tuvo OQP-IP tuvo una mejor supervivencia e igualmente menores tasas de recidiva que aquellos pacientes tratados sólo con cirugía.
En base a estos trabajos, parece razonable plantear esta estrategia terapéutica en pacientes con cáncer gástrico localmente avanzado en un intento de disminuir las tasas de recurrencia y, por tanto, aumentar la supervivencia. Recientemente, en Hospital Quirón Málaga, hemos operado el primer caso de estas características con éxito y podemos decir que hemos dado un paso más en la lucha por una supervivencia prolongada y, porque no, curación para el cáncer gástrico. Nuestra apuesta por la cirugía oncológica de alto nivel nos ha hecho ser pioneros en Málaga en la aplicación de esta alternativa de tratamiento novedosa y supone un estímulo para seguir investigando y aportando novedades en la cirugía del cáncer.