Gracias amigo José Carlos
Café de París es un antes y un después en la gastronomía de Málaga, habiendo marcado su presencia la llegada de una nueva y diferente cocina a nuestra ciudad. Luego vinieron las estrellas Michelín y la consagración de José Carlos García como el Zidane de los fogones malagueños. Siempre por delante de todo el mundo, a años luz, José Carlos ha demostrado que es un líder en el sentido más amplio de la palabra.
Solo los mejores son capaces de empezar de cero y llegar de nuevo a la cima, como él ha hecho con José Carlos García Restaurante en Muelle uno, sorprendiéndonos cada temporada con nuevos manjares que se asocian a sus creaciones clásicas, esas que nunca van a desaparecer de su carta porque son su santo y seña. Solo un visionario es capaz de crear un espacio moderno, abierto y multifuncional como el que tenemos los malagueños en JCGR y saber darle valor estando cada día de soldado en las trincheras, sudando el fuego de la cocina de noche y recogiendo el amanecer de nuestra ciudad para buscar el mejor producto en los mercados.
Ahora, mi amigo José Carlos ha dado una vuelta de tuerca más abriendo, tras varios años, de nuevo las puertas de Café de París bajo un perfil de local moderno, de espacio para todos, de horarios para quien quiera ir a lo que quiera ir; pero siempre con la personalidad de su comida y de sus creaciones. El sábado pasado tuve el honor de formar parte de un escogido grupo de afortunados a los que, bajo el pretexto bendito de la amistad, nos invitó a una inauguración privada en la que babeamos literalmente con su tartar de salmón, sus vieiras con lima, sus croquetas de puchero, su gazpacho de manzana verde, sus alubias con almejas o sus cucuruchitos de “steak-tartar”.
No encuentro otra forma de darte las gracias por contar siempre conmigo que reconocer mi admiración profesional por ti y decirte que tu liderazgo y tu forma de ir por la vida son una inspiración para todos los que intentamos ser mejores cada día y estar en la vanguardia de lo que hacemos.
Gracias, amigo José Carlos.
